Como algunos ya sabéis porque de vez en cuando doy el coñazo por Twitter publicando mis sesiones de entrenamiento, una de las actividades que hago habitualmente es correr. El otro día iba haciendo una tirada de 15km y estaba tan a gusto y disfrutando que me di cuenta que las razones por las que corro actualmente nada tienen que ver con las razones por las que empecé a correr hace dos años.
Cuando empecé a correr buscaba una actividad que pudiera hacer a medio día, que fuera flexible a nivel de horarios y de días de práctica y me permitiera estar un poco en forma y perder algo de peso. No nos engañemos, el peso es como el paso de los años: va creciendo poco a poco y sin darnos cuenta, sin cambiar nada, cada año que pasa la báscula marca algún kilo de más que es dificil de perder. Si eso ocurre durante varios años te encuentras rozando los 40 y bastante lejos de tu peso ideal, lo que afecta principalmente a nivel de salud.
Aprovechando que en Fon tenemos duchas en la oficina y que estamos en Las Tablas (Madrid) que es una zona más o menos abierta, pensé que correr me podía ayudar a perder peso y recuperar la forma, además de ser una actividad que cumplía los requisitos que he mencionado anteriormente.
Pero actualmente la motiviación para salir a correr no tiene que ver con mantenerme en forma o perder peso. Tras dos años corriendo dos o tres días a la semana he conseguido que me guste correr, disfrutar durante el tiempo que estoy practicando esa actividad, sentirme como si algo me falta si una semana corro dos o menos días y, para mi los más importante, poder estar ese tiempo sólo con mis pensamientos.
A lo mencionado anteriormente hay que unir uno de los puntos principales: cuando corro por Boadilla del Monte, localidad de Madrid donde resido, lo puedo hacer por el monte y eso me da la oportunidad de estar en contacto con la naturaleza, de poder disfrutar el aire limpio, un paisaje impresionante, un cúmulo de olores frescos, etc… en definitiva, reforzar la sensación de bienestar que me proporciona correr.
Poder disfrutar de hacer una actividad física al aire libre y en el monte ha sido una de las razones por las que he empezado a salir con la bici de montaña. De la mano de mi amigo y compañero Javier, he empezado a practicar otro deporte que me proporciona similares sensaciones y bienestar que correr. Intento salir una mañana del fin de semana con la bicicleta y siempre buscando rutas que vayan por monte. Poder estar en contacto con la naturaleza me aporta mucha energía positiva y me permite recargar las pilas.
Mucha gente piensa que correr es aburrido y no puedo negar que al principio a mi también me lo parecía y tenía que buscar la motivación para salir a correr en mis ganas de bajar de peso pero a día de hoy no necesito buscar una motivación externa. Es necesario ser constrante durante algo de tiempo pero si se le dedica ese tiempo, merece la pena.
Os animo a todos a hacer deporte y si puede ser en contacto con la naturaleza, mucho mejor.